Durante la niñez fuimos victimas del exceso de cariño de nuestras madres. Hoy reclamamos como indemnización el peso que ellas se ahorran cada vez que compran Pepsi. Porque fueron nuestras madres las responsables de aquellos terribles cortes de pelos. Como el caso de Pablo que nunca más volvió a cortárselo y hoy sufre las consecuencias...Exigile el peso que ella ahorra cada vez que compra una pepsi, ese peo es tuyo reclamalo.
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