En los tres spots publicitarios realizados se puede ver a un hombre que intenta reponer el espejo retrovisor de su auto, a un muchacho que manipula un celular y a una chica que se sube a una bicicleta. Posteriormente, los objetos adquiridos ilegalmente estallan y salpican con sangre a los protagonistas.
"La campaña es fuerte porque busca conmover y hacer pensar que aquellas cosas que se compran a muy bajo precio pudieron costarle la vida a alguien", dijo el secretario de Seguridad Pública de Santa Fe, Horacio Ghirardi.
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